Saturno devorando a su hijo
Con grandes recursos para la época, se trata de la primera versión cinematográfica de los sucesos del “dos de mayo” en la Guerra de la Independencia española. Recrea el levantamiento popular en la ciudad de Madrid el dos de mayo de 1808, que fue cruelmente reprimido por el ejército francés. Este acontecimiento histórico desencadenó la insurrección armada en el resto del país que desembocó en la Guerra de la Independencia. El rodaje en escenarios reales da lugar a espectaculares escenas épicas, como los fusilamientos en Moncloa o la defensa del Parque de Artillería de Monteleón.
Patio con lunáticos
El contenido, la presentación y la fuerza emocional del cuadro aseguran su condición de imagen innovadora y arquetípica de los horrores de la guerra. Aunque se inspira en muchas fuentes del arte elevado y popular, El 3 de mayo de 1808 marca una clara ruptura con las convenciones. Apartándose de las tradiciones del arte cristiano y de las representaciones tradicionales de la guerra, no tiene ningún precedente claro, y se reconoce como uno de los primeros cuadros de la era moderna[4]. Según el historiador del arte Kenneth Clark, El tres de mayo de 1808 es “el primer gran cuadro que puede calificarse de revolucionario en todos los sentidos de la palabra, en estilo, en tema y en intención”[5].
Con el pretexto de reforzar los ejércitos españoles, 23.000 soldados franceses entraron en España sin oposición en noviembre de 1807[8]. Incluso cuando las intenciones de Napoleón quedaron claras en febrero siguiente, las fuerzas de ocupación encontraron poca resistencia, aparte de acciones aisladas en zonas desconectadas, incluida Zaragoza[9]. [El principal comandante de Napoleón, el mariscal Joaquín Murat, creía que España se beneficiaría de unos gobernantes más progresistas y competentes que los Borbones, y el hermano de Napoleón, José Bonaparte, iba a ser nombrado rey[10] Después de que Napoleón convenciera a Fernando de devolver el gobierno español a Carlos IV, a éste no le quedó más remedio que abdicar, el 19 de marzo de 1808, en favor de José Bonaparte.
Saturno francisco goya
La imagen de El pelotón de fusilamiento de Goya aparece en la TTP gracias a una colaboración con el Museo del Prado. Se han emitido 128.000 unidades que conmemoran el levantamiento contra los franceses en 1808. Desde hoy se puede adquirir en los diez intercambiadores de la red de Metro
La Comunidad de Madrid ha realizado una edición limitada de la Tarjeta de Transporte Público (TTP) con una reproducción de la obra El Tres de Mayo de 1808, de Francisco de Goya, como iniciativa cultural para conmemorar la festividad del 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid.
Desde hoy, 21 de abril, la nueva tarjeta puede adquirirse en los diez intercambiadores de la red de metro de Madrid, tal y como ha podido hacer hoy el consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez, adquiriendo un ejemplar de esta tarjeta conmemorativa en la estación de metro de Sol. Esta iniciativa cuenta con la colaboración del Consorcio Regional de Transportes, Metro de Madrid y el Museo Nacional del Prado.
Se han fabricado un total de 128.000 unidades de esta TTP conmemorativa y los viajeros podrán adquirirla en las estaciones más concurridas de la red (todas ellas con conexiones a otras líneas y medios de transporte): Aeropuerto T-4, Atocha-Renfe, Sol, Avenida de América, Méndez Álvaro, Moncloa, Aeropuerto T1-T2-T3, Príncipe Pío, Chamartín y Plaza de Castilla.
Goya prado
A principios de 1814, Francisco Goya (1746-1828) era viudo desde hacía casi dos años, estaba profundamente sordo y no había cobrado nada de su sueldo desde principios de 1808. No tenía dinero, pero seguía vivo y podía pintar como nadie en España. A finales de febrero de 1814, propuso a la Regencia del restaurado Fernando VII que pintara dos escenas que mostraran la valentía del pueblo de Madrid cuando los ejércitos de Napoleón habían invadido en 1808. Los grandes cuadros que realizó son dos de los más importantes de este periodo de la historia de España, y uno de ellos es una obra importante en el canon artístico europeo.
El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se rebeló contra las tropas de Napoleón, en un levantamiento que desembocó en cruentas batallas. Al día siguiente, antes del amanecer, las fuerzas francesas acorralaron y fusilaron a centenares de rebeldes en diversos lugares de Madrid.
El Dos de mayo de 1808, también conocido como La carga de los mamelucos (1814) muestra los cruentos combates entre los madrileños y un destacamento de mercenarios mamelucos de la Guardia Imperial francesa en la Puerta del Sol. Aunque hoy en día es el menos conocido de esta pareja, y el de estilo menos moderno, es una poderosa imagen de la lucha callejera. Goya ha atenuado los edificios que rodean la escena para que parezcan una escenografía pintada, pero su profunda perspectiva evita que parezcan planos. Es un efecto inusual, sobre todo antes de la llegada de la fotografía.
Relacionados

¡Hola, amigos! Soy Uge, copywriter y apasionado del periodismo. En mi blog escribo sobre distintos temas de actualidad.